El Real Murcia se impuso en el triangular de Pinatar Arena al vencer 1-0 al Al Arabi que entrena Juan Ignacio Martínez y empatar a cero contra el Hércules.
Me gusta ir al Pinatar Arena con mi hijo a ver al Murcia. Es una tradición veraniega como el caldero, la feria y los helados por la tarde. Me gusta la cercanía de los jugadores, ver caras conocidas y reconocer a Algar hijo buscando a su padre a Enrique Roca escribiendo en el móvil, a Joaquín Martínez pendiente de cada detalle o a José María Pliego trabajando incansable por el Murcia.
Lo único que no me gustó fue el grupo de ultras sin camiseta que se dedicó a insultar al ¡Elche!, al Hércules y a sus jugadores. No concibo animar a tu equipo insultando al rival y menos en un amistoso. Sentí vergüenza sentado a unos metros de unos seguidores herculanos que aguantaron con dignidad el envite. Al final del partido un par de murcianistas se despidieron de ellos deseándoles suerte en la temporada demostrando la verdadera grandeza de nuestra afición.
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