El Real Murcia volvió a hacerlo. Por primera vez en mucho tiempo ganó dos partidos seguidos como local y continúa su racha victoriosa. Un gol de Chumbi, que volvía al once, y un puñado de ocasiones clarísimas salvadas por un portero emeritense que presentó su candidatura a la selección bastaron para sumar tres puntos cargados de sufrimiento en lo que mereció ser una goleada.
El Murcia funciona y la gente sonríe. Es el fútbol. El equipo que tantos disgustos nos ha dado es ahora el único motivo de alegría en esta región dejada de lala mano de los políticos.
Volviendo al fútbol, Adrián Hernández ya dijo cuando algunos pedían su cabeza en septiembre que estarían mejor en octubre y el tiempo y el juego le está dando la razón. Sin embargo, puestos a quejarse, hay quien critica que el equipo celebre sus triunfos acercándose al fondo sur al final del partido. Sin esas «pijadicas» no seríamos el Real Murcia, el club centenario que el domingo derrotó al Mérida AD, fundado en 2013 para suceder al Mérida UD y al CP Mérida.
Al premio de jugar cada domingo se une el sabor de la victoria. La vida puede ser maravillosa.
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