El Murcia volvió a ganar, esta vez en Vélez y en dieciseisavos de la Copa Federación, una competición silenciosa, casi clandestina, que, sin embargo, puede darle el acceso a participar en la Copa del Rey y la taquilla de un grande como premio.
Adrián Hernández lo sabe y no renuncia a nada. Salió a ganar al césped artificial de Vélez y volverá a hacerlo al verde de La Condomina el próximo domingo. Un campo en el que siempre jugará como local lo pinten como lo pinten y en el que no firma el empate. Me gusta su ambición y que le ponga visitar La Condomina.
El fútbol es resultadista y el Murcia está en la cresta de la ola con su tercera victoria consecutiva en apenas diez días. El murcianismo respira satisfecho mientras se prepara para volver a la casa de sus padres, al lugar donde fuimos niños felices hace tal vez demasiado tiempo. Al estadio que nos pone la piel de gallina a todos, desde el entrenador hasta el último murcianista.
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