Lo normal es perder. El plácido triunfo ante el Recreativo Granada de hace una semana quedó rápidamente olvidado en el césped artificial de Villarrubia, un pueblo pequeño que su equipo ha puesto en el mapa de la Segunda B.
Lo normal es perder aunque empieces ganando con un gol de Armando de falta a los dos minutos. Lo normal es perder cuando el Villarrubia empató al minuto siguiente y el árbitro se encargó de desequilibrar el choque al expulsar a Algar por una falta que ni siquiera lo pareció. Una roja que sería de risa si no hubiera dejado al Murcia con diez, incapaz de reaccionar y llevarse la victoria cuando los locales hicieron el segundo y el árbitro no vio unas manos dentro del área local que parecieron penalti claro.
Sin botín en el zurrón, el Murcia regresó a casa de vacío y mirando más cerca los puestos de descenso que los de ascenso.
El jueves se disputa la final de la Copa Federación en el renombrado Enrique Roca de Murcia en lo que será una nueva ocasión de derrotar a la normalidad.
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